A Steven Davies le falta un brazo, y recibió una prótesis gratis del equipo de Unlimbited e-Nable, así que enseguida se convirtió en voluntario para esta organización. Cuando Davies supo que había una niña de 8 años en Bristol que también necesitaba un brazo prostético, vio la oportunidad de devolver el favor que había recibido: diseñó un brazo para Isabella y luego condujo 200 millas para entregárselo en persona.
“El mecanismo es tan ingenioso y atrevido que la niña insistió en ponérselo nada más conseguirlo para ir al supermercado y lo mostraba orgullosa, quería que todo el mundo lo viera,” dijo el padre de Isabella a Baby Center. “Se muere de ganas de presumir de ello y explicar cómo funciona a casi cualquiera que quiera escucharla.”
“Este día lo recordaré como uno de los mejores que he tenido nunca,” escribió Davies en su blog. E-Nable es una organización global de voluntarios que quiere construir 1000 manos prostéticas para niños discapacitados.
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